Las desventuras del autor independiente

26.02.2023

Tengo en mente ideas que pasean por mi cabeza para contar otra historia. Pero estoy por escribir y NO publicar.

"Cuando empiezas, no acabas" dicen aquellos que publican y la verdad, no sé yo...

Escribir es algo que uno necesita o al menos en mi caso. Otra cosa muy diferente es lanzarse al abismo de publicar, con todo lo que eso conlleva. Y me explico un poco mejor...

Resulta que cuando decidí adentrarme en la aventura de editar un libro por primera vez, no tenía ni idea de que el trabajo posterior fuera a ser tan grande. La labor de marketing de los autores independientes, que la mayoría tenemos nuestros trabajos, es ardua, complicada y muy frustrante...

Creo que en este instante, que ya han pasado cinco meses desde que mi segundo libro, "Aprendiendo a vivir", viera la luz, soy otra. He "aprendido a vivir" en este mundillo sin desesperarme.

Que inocencia la mía al pensar que escribías un libro y se vendía solo, que las librerías estarían ahí esperándote, encantadas de que llevaras tu libro. Pero no, no era así. Muchas de ellas en las que entré me miraban "raro", me ponían pegas. Recuerdo una, no soy de las que dicen el nombre, en la que hice una presentación bastante "apañá" en la que puse los teclados para escuchar música, la ilusión, el público y tantas otras cosas... Cierto es que les dije que, por favor, me publicitaran en sus redes un par de veces y eso no gustó del todo, de hecho, me tacharon de entrometerme en su "know how"... La verdad es que lo hice con todo el desconocimiento. Probablemente hoy en día actuaría de otra manera.

En esa misma librería, dos meses anteriores a mi presentación, asistí a la firma de una escritora muy afamada, tampoco voy a mencionar su nombre, que publica con Planeta, y el trato fue muy distinto. Que no digo yo que no sea una grande de la literatura, pero que esas cosas se deberían disimular porque la cultura es eso, cultura... da igual quién firma o presenta.

Sé que lo que expongo es obvio y que voy a tener muchos detractores, pero escribir es principalmente eso; decir lo que uno siente o piensa y poner en práctica el artículo veinte de nuestra constitución que habla del derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

No quiero olvidarme de las librerías que nos apoyan, que las hay. Yo, entre otras, tengo la fortuna de trabajar más asiduamente con la librería Dominó situada en el madrileño barrio de Leganés. Y ahora si me apetece mencionar...

A pesar de todos los inconvenientes que nos encontramos los llamados autores independientes, el placer que proporcionan los encuentros de lectores y escritores en las ferias del libro, en las librerías que nos quieren, en los talleres literarios, en los clubs de lectura es único y por eso merece la pena todos los sinsabores que se nos aparecen en el camino...